
Hemos visto miles de musicales por la tele, desde que se pusieron de moda con Grease. Y ahora, salen los musicales de debajo de las piedras (High School, Mamma Mia...) Pero son todo musicales de película.
El musical, antes de pasar a la gran pantalla, era algo propio de los teatros, sobretodo del conocidísimo Broadway. Era espectáculo puro y duro, mezcla de interpretación, baile y canto, que a todo el mundo gustaba.
Personalmente, sólo he visto dos en directo, pero muchos más por televisión. Y me encantan.
Pero desde luego, son algo de lo que no te cansas de ver. Y los únicos que he pagado por ver, volvería a hacerlo, y estoy esperando la oportunidad que me permita ver otros tantos nuevos.
Son el de La Bella y la Bestia (que durante mi infancia fue mi película favorita de Disney) y Hoy no me puedo levantar ( de Mecano). Aún se me pone la piel de gallina al recordar todo lo que viví: la música, los decorados, la interpretación. No faltaba ni un sólo detalle, ni un sólo personaje, ni una sóla canción.
Son grandes placeres que de vez en cuando uno tiene derecho a permitirse, porque nos hacen la vida más agradable. Nos hace amar este tipo de arte.




Seguro que la conocéis. Pero lo que me propongo ahora es describir la obra que ha sido traslada a los teatros españoles estos últimos meses. Y esque, aunque esté apunto de fonalizar, merece mi especial mención ya que en ha sido adaptada a comedia y en ella aparecen unos actores de comedia muy conocidos en la actulidad: 


